BLOG DEL SEMINARIO DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES DEL COLEGIO NTRA. SRA. DE LAS ESCUELAS PÍAS

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FUNDACIÓN ESCOLAPIAS MONTAL

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domingo, 11 de mayo de 2014

Pompeya: la película.



 Desde que en 1834 Bulwer Lytton publicase su novela romántica "Los últimos días de Pompeya", han sido innumerables los libros y películas que se han hecho sobre el tema.
La última película sobre el tema ha sido estrenada en España el 25 de abril de 2014. Es entretenida y no demasiado larga (dura algo más de hora y media), pero como siempre no es nuestro propósito juzgarla como película, sino comentar su conexión con la historia real para nuestros alumnos de Cultura Clásica y Latín.
Lo mejor: las escenas de luchas de gladiadores, que son bastante creíbles, y los efectos especiales, que son espectaculares.
Lo peor: en primer lugar, era frecuente que las mujeres nobles en Roma se encaprichasen de un esclavo y lo utilizasen para fines sexuales, pero en absoluto cabía la posibilidad de un enamoramiento que fuera más allá de lo dicho (por otro lado, resulta extraño que la protagonista se enamore de un esclavo porque se compadece del sufrimiento de un caballo al que mata).
En segundo lugar: la erupción del volcán Vesubio. Aunque como he dicho son muy espectaculares los efectos especiales, si Pompeya hubiera sido destruida realmente como muestra la película no habría quedado nada para los arqueólogos que siguen extrayendo restos de todo tipo de la antigua ciudad. La realidad es que han sido pocos los cadáveres encontrados en Pompeya (algo más de mil), por lo que la mayor parte de la población tuvo tiempo para salir de la ciudad. Pocos murieron aplastados por pesadas piedras volcánicas (no como en la película, que parece "el bombardeo de Vietnam"), ni se produjeron "tsunamis", aunque sí las ligeras piedras de pumita (piedra pómez) que se fueron acumulando sobre los tejados de las casas, con el paso de las horas se convirtieron en auténticas montañas y en algunas casas se rompieron los techos por el peso de las pumitas, matando a quienes pudieran estar dentro de ellas. Lo que mató realmente a casi todos los habitantes, incluidos los que habían salido de la ciudad, fueron las seis oleadas de nubes piroclásticas que se sucedieron tras la erupción del volcán. Una erupción piroclástica es un fenómeno poco frecuente que experimentan sólo algunos volcanes. Se trata de que desde el cráter del volcán salen materiales ligeros y gases formando nubes que alcanzan casi 500 grados de temperatura y se deslizan por las laderas del volcán a más de 300 km/hora. Son realmente letales: en décimas de segundo la elevada temperatura seca todos los fluidos corporales de los seres vivos y los convierte en segundos en esqueletos (aunque en algunos casos las temperaturas que soportaron algunas personas fueron tan altas que hasta les reventaron los cráneos y los dientes). Lo que queda de los objetos y seres vivos queda atrapado (y protegido) para siempre por la ceniza volcánica de la nube: ésta es la razón por la que se conservaron los huesos de los cuerpos y otros objetos de los habitantes de Pompeya. 
A favor de la película, hay que decir que en la escena final sí recoge en la forma de morir de los dos protagonistas la manera en la realmente murió casi toda la población: asfixiados y "cocidos" por las nubes piroclásticas mientras huían por los campos cercanos a la ciudad...
De todos modos, se pasa un rato entretenido viendo la película y sólo por las escenas de luchas de gladiadores merece la pena verla.

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